Te contamos algunas novedades acerca de las Ciudades Inteligentes y algunas Plataformas como opción para su desarrollo

Actualmente este tema presenta un contexto muy desafiante, sobre todo en los países en desarrollo.  Las tecnologías digitales van creciendo exponencialmente, llegando así a un gran número de personas, a través de, teléfonos inteligentes, bocinas con asistentes virtuales, refrigeradores inteligentes; entre muchos otros, por lo que este avance del progreso tecnológico digital se ha vuelto una rutina en el empleo de estos dispositivos y aplicaciones, que recopilan y comunican los datos a través de la nube y desde su aplicación de IoT.

Pero aún existen áreas de oportunidad importantes, este progreso ha contribuido a abrir la posibilidad de inclusión de ciertos extractos sociales, los cuales carecen de una buena conexión a internet.  Por otro lado, se suman los crecientes ataques cibernéticos en donde se hace vulnerable la privacidad y seguridad de información sensible y datos personales; y más grave aún, es la crisis ambiental, la cual ha llegado a niveles de verdadera emergencia.  Todos estos factores, influyen en gran parte, el poder desarrollar una adecuada planificación para la construcción de un sistema sustentable.

Para poder llevar a cabo, dicho desarrollo, se debe tener presente que la disrupción digital socialmente hablando, conlleva a muchos cambios y mayor demanda de dispositivos y software, los cuales deben tener más funcionalidades, servicios en la nube, tráfico de datos y mejores habilidades digitales para la utilización de las tecnologías asociadas.  Toda esta evolución digital, permite un mayor bienestar para el ciudadano, obteniendo beneficios potenciales, como la disminución de la materialización y de acciones medioambientales más sostenibles.  Al mismo tiempo de proveer herramientas que incidan positivamente en el ambiente de convivencia en la ciudad, así como facilitar la gobernabilidad de la misma.

El desarrollo de la economía digital, ha cambiado radicalmente su estrategia en la propuesta de valor de los bienes y servicios, reduciendo costos y aprovechando al máximo información de los datos que se generan e intercambian a través de ciertas plataformas digitales.  Estas nuevas tecnologías digitales, específicamente las soluciones de ciudades inteligentes, pueden tener un impacto positivo en el ámbito social, económico y medioambiental, sobre todo en las grandes ciudades donde existe mayor concentración de población.

Para construir un modelo de desarrollo urbano, se deben considerar:

  • La infraestructura física de conectividad:  La cual debe soportar la recepción de servicios para la población.
  • La infraestructura digital:  Conectividad mediante dispositivos y sensores conectados por redes de comunicación de alta velocidad.
  • Las aplicaciones y/o plataformas que habilitan y monitorean la gestión inteligente de datos para optimizar los procesos, mejorando así la calidad de vida y en consecuencia tener una ciudad inteligente sustentable.

El concepto de plataformas digitales para Ciudades Inteligentes es muy amplio en lo que respecta a sus implicaciones y requerimientos ideales, entre los cuales siempre hay que considerar que sean:

  • Flexibles y abiertas en el desarrollo con el fin de adaptarse lo más posible a  un universo muy variado de fabricantes de sensores que compiten en un mercado segmentado por precio, precisión, mecanismos de energización, protocolos (propietarios o no), aplicación, y medios de conectividad. Esto implica mantener filosofías de desarrollo en código abierto, para permitir flexibilidad, escalabilidad, y rapidez de respuesta a la hora de cambiar de proveedor.
  • Prácticas en su adaptación a la mayoría de los protocolos más comunes de IoT sin necesariamente pretender cubrir todos los espacios ya que tarde o temprano la misma industria irá adoptando estándares y desechando protocolos menos comerciales desde el punto de vista de eficiencia, costos, y aplicabilidad.
  • Seguras en su concepción integral para garantizar transparencia e integridad de los datos transmitidos extremo a extremo.
  • Eficientes, simplificando la arquitectura y el escalado de la infraestructura en la red, adaptándola a las necesidades que se vayan generando en cualquier sitio o lugar específico.
  • Interactivas, siendo capaces de generar alarmas preventivas y aportar soluciones proactivas a situaciones detectadas por los sensores en campo.
  • Útiles y de fácil uso para el usuario final, ya sea el gestor de políticas públicas, instituciones, o el mismo ciudadano.

De todo lo anteriormente expuesto, se puede decir, que a las ciudades no les queda otra opción que hacerse inteligentes, para poder enfrentar los retos, de gestión, habitabilidad y calidad de vida para sus habitantes. De la misma manera, a las instituciones y gestores de políticas públicas no les quedan muchas alternativas sino incorporar herramientas inteligentes de planificación urbanística, de servicios, y de seguridad ciudadana. No se puede gestionar lo que no se conoce. No se puede conocer lo que no se puede medir.